La historia de Keigo Sakamoto salió a la luz hace unos meses y es digna de contar para que todo el mundo la conozca. Keigo Sakamoto decidió sacrificar su vida y salud quedándose en la ciudad deFukushima (Japón) para cuidar de todos aquellos animales que quedaron abandonados durante la evacuación tras el desastre de la central nuclear.
El japonés quedó completamente aislado del mundo durante meses ya que el Gobierno decidió bloquear todos los accesos a esta ciudad debido al peligro de la radiación. Durante este tiempo sobrevivió comiendo lo que pudo y se convirtió en el último habitante de Fukushima, teniendo a su cargo a más de 500 animales de todo tipo como perros, gatos, conejos y aves.
“Yo soy la única persona que vive aquí, el único que queda por la noche en el interior de este área. Si me hubiera ido, ningún animal habría sobrevivido”, comentó Sakamoto.
Keigo Sakamoto, de 58 años de edad, suele ir en su coche cada lunes y viernes hasta la cercana ciudad de Iwaki (Japón) para abastecerse de alimentos para él y para sus queridos animales, Sakamoto necesita 1 tonelada de alimento al mes. Además el gobierno le ayuda económicamente para poder abastecerse.
Fuente: www.schnauzi.com
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