Después de poner en cuarentena al perro del trabajador médico infectado de ébola de Dallas (Texas), el alcalde de la ciudad comunicaba a los medios: “el perro es muy importante para la paciente y queremos que esté a salvo”.
Mike Rawlings, alcalde de Dallas (Texas), lo tenía muy claro desde un principio. El perro de Nina Pham, la trabajadora infectada de ébola, no iba a ser sacrificado.
“El perro es muy importante para la paciente y queremos que esté a salvo”. “Se cuidará de esta mascota”, comentó Rawlings al “The Dallas Morning News”.
Actualmente un grupo especial entró en la casa, que se encuentra precintada, para dar comida y agua al perro de la enferma.
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