miércoles, 7 de agosto de 2013

Unos jóvenes convierten su viaje en canoa en una misión de rescate para encontrar a un perro perdido

Cinco jóvenes de la Escuela de Minnetonka en Minnesota (EEUU) habían planeado un viaje en canoa de ocho días, pero al final fue algo totalmente distinto a lo que habían planeado.
Después de colocar sus tiendas de campaña en una zona de acampada, los chicos descubrieron un mensaje garabateado en una piedra que decía: “Perro perdido. Se llama Tomah. Llamar al DNR”. Una correa había sido dejada cerca de la piedra.
Los cinco miembros decidieron que iban a convertir su viaje en una misión para encontrar a ese perro. Después de cinco días de piragüismo no había indicios de él, se detuvieron a descansar y explorar una de las islas, mientras recolectaban leña.
“Supusimos que el perro se habría escapado”. “Si los propietarios no pudieron encontrarlo, nosotros lo tendríamos muy difícil”, explicaba el joven de 17 años de edad, Jonny Croskey.
El destino quiso que encontraran a Tomah. Su esperanza de encontrarlo se reavivó cuando finalmente lo vieron.
“Hemos tratado de cogerla dos o tres veces pero se escapaba”.”Era muy rápido corriendo por el bosque”, dijo Jonny.
“Durante toda la noche estuvo ladrando y aullando”.
Cuando a la mañana siguiente salieron de las tiendas de campaña vieron a Tomah dormido cerca de unos árboles cercanos a las tiendas. Cuidadosamente se fueron acercando hasta el asustadizo perro. Una vez rodeado, Tomah fue capturado con una cuerda.
“Habíamos pasado mucho tiempo intentando atraparlo, estábamos paranóicos que escapara de nuevo”. “Mantuvimos una estrecha vigilancia sobre él”, comentaba Jonny.
Los jóvenes regresaron en canoa a su punto de partida, donde el padre de Jonny estaba esperando para llevar al perro a la estación de Servicio Forestal de Tofte. Los chicos estaban encantados de su logro.
En la cercana Lutsen (EEUU), Ashley Ross, un estudiante de la Universidad de Minnesota-Duluth hacía todo lo posible para mantener una sonrisa en su cara mientras vendía boletos para el paseo por el tobogán alpino de la montaña. No era fácil, teniendo en cuenta que su amado perro había desaparecido y se temía que nunca lo volvería a ver.
Mike, el padre de Ashley, le había regalado el cachorro hace seis años cuando terminó su despliegue militar. Tomah lleva el nombre de la base de Wisconsin.
“Ella es mi bebé”, dijo Ashley.
Todo cambió cuando la familia de Ashley hizo el viaje en canoa en compañía del perro y Tomah desapareció. La familia buscó durante días pero había un monton de árboles y resultó imposible encontrarlo.
Con el tiempo tuvieron que hacer las maletas y marcharse sin Tomag, pero no antes de que Mike rezara una oración.
“Esa fue la parte más difícil, marchar sin estar seguro de si el perro estaba atrapado en alguna parte”, explicaba Ashley.
Ashley estaba muy triste sin saber que había sido de Tomah. Trató de no pensar en el perro mientras estaba trabajando. Pero entonces, un día, su padre apareció sin explicación.
“Ver a mi papá aparecer en el trabajo, pensé que se trataba de una mala noticia”, comentaba Ashley.
De repente Tomah apareció por la esquina y Ashley corrió para abrazar a su perro.
“Nuestra familia no puede agradecer lo suficiente a este grupo de buenos jóvenes traer de nuevo a casa a Tomah”. “Estuvimos buscando durante días sin éxito. Tuvimos que irnos y mi marido dijo una oración, Dios ha respondido mediante el envío de estos cinco jóvenes. Tomah está de nuevo en casa a salvo, con su “niña” y realmente estaremos eternamente agradecidos”, explicaba la madre de Ahsley.

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