Hace un año tuvo lugar en una zona al oeste de Nueva York (EEUU) se quedaba aterrorizada al conocer la historia de un cachorro llamado Phoenix que fue quemado vivo por unos adolescentes. Su historia fue noticia dentro y fuera del país.
El cachorro de 10 semanas de edad sufrió quemaduras en el 70% de su cuerpo, sus ojos estaban cerrados e hinchados y las orejas también las tenía quemadas.
Todo el proceso de su recuperación fue seguido por cientos de personas. Diariamente daban a conocer el estado del perro, incluyendo los cambios de vendas, cirugías y la terapia de rehabilitación. Se publicaron varios vídeos en los que se podía ver como el cachorro aprendía a caminar de nuevo y se socializaba con otros animales del hospital.
Su historia tocó el corazón de muchas personas y el apoyo fue total. Los medios sociales hicieron posible que todo el mundo ayudara en la recuperación del perro.
La primera aparición pública de Phoenix fue en el evento anual de “Paws for Love” que tuvo lugar en la ciudad de Buffalo. La gente hizo fila durante horas sólo para poder saludar al cachorro. Las emociones fueron tan fuertes que la gente hasta besaba y abrazaba a Phoenix cuando lo veía.
Hoy en día Phoenix es un perro sano, enérgico y feliz. A los 16 meses, está viviendo su vida como cualquier otro perro normal. Ahora es un perro de terapia certificado que ha comenzado un entrenamiento de obediencia y está metido en prácticas de agility.
El cachorro ha superado lesiones que nadie pensó que podría ser capaz de superar.
Los adolescentes que quemaron al cachorro Phoenix fueron capturados y detenidos.
Adell Ziegler, el adolescente que quemó a Phoenix ha sido condenado a la pena máxima en el estado de Nueva York por crueldad animal. Pasará los próximos dos años en la cárcel y no podrá tener animales en los próximos siete años. Firmar petición.
“Creo que este chico debería tener una roca como mascota”. “Es un agresor de animales que está fuera del diagrama de agresores. Es un psicópata”, comentaba el fiscal Erie Frank Sedita.
El sobrino de Ziegler, Diondre Brown, confesó que observó todo mientras Ziegler rociaba con un líquido inflamable al cachorro para finalmente prenderle fuego. Fue condenado a seis meses de cárcel.
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