El nacimiento del príncipe George el pasado mes de julio habría desencadenado una serie de cambios en la vida diaria que se vive en el palacio de Kensington (residencia oficial de Guillermo y Catalina), entre los que se destaca la expulsión de Lupo, el perro de los duques de Cambridge.
Al parecer, desde que se presentó en sociedad al príncipe George, la responsabilidad de Lupo pasó a manos del hermano de Catalina, James Middleton, quien se está encargando ahora de Lupo, junto a su pareja Donna Air, una presentadora de televisión.
La casa real todavía no ha confirmado de forma oficial el traslado de Lupo. El perro ya no estuvo en la celebración del día de Navidad en el palacio de Sandringham. Según hemos podido leer, Isabel II dijo que Lupo no fuese para que no causara problemas con sus corgis.
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