Francisco, de 71 años de edad, ha aceptado que disparó con su rifle a un perro que estaba haciendo caca delante de la puerta de su casa. A pesar de que el hombre disparó al perro y momentos después el animal fallecía, el hombre negó que fuera él el que le provocó la muerte.
Provocar la muerte de un animal de manera intencional puede conllevar penas de hasta 3 años de cárcel.
En este momento el Ministerio Público está realizando las diligencias correspondientes para investigar los hechos, ya que existe una denuncia y un señalamiento contra una persona en particular.
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