domingo, 7 de septiembre de 2014

Liz, el ángel que salva a los perros bulldogs en Bogotá

Ella tiene una perra a la que llama ‘Pimienta’.  Es una bulldog barcina con problemas en sus articulaciones a la que rescató de una ‘fábrica de perros’ en el sur de Bogotá.
A ‘Pimienta’ la tenían destinada solo para criar y vender sus crías. Después la abandonarían en la calle, bajo la lluvia, sin alimento, con sus tetas hinchadas, y expuesta a que un vehículo acabara con su vida.
Sin embargo, cayó en manos de Liz Pardo, una economista de la Universidad de la Salle, a quien muchos de sus amigos llaman ‘el ángel de los perros bulldogs’ en Bogotá.
La salvación de ‘Pimienta’ se convirtió en un efecto dominó: Liz empezó a interesarse por la suerte de otros perritos de esta singular raza, que en estos días, dice ella, está tan de moda.
“Son perritos que la gente compra porque se han convertido en una tendencia. Muchos no saben que la tenencia de los bulldogs exige mucho compromiso y dinero”, dice Liz.
Los bulldogs, como diría mi amigo Fabio Santamaría, propietario de tres mascotas de esta raza, son braquicéfalos, tienen dificultades para respirar y su piel es una de las más delicadas en el universo ‘perruno’.
En eso coincide Liz, quien resume este cuadro clínico con una frase contundente: “Son perros de muchas cirugías: les da ojo de cereza, desplazamiento de cadera, paladar elongado…”.
Como quien dice: tienen que ir muchas veces al quirófano.
Por eso, muchos propietarios que desconocen la raza terminan por abandonarlos o los usan solo con un criterio comercial: sacarles crías para recuperar lo que ellos consideran es una inversión.
Muchos caen en las ‘fábricas de perros’, unos sitios clandestinos donde explotan cada celo de una perrita para hacer una producción
En la cifra de abandonos, ‘el ángel de los bulldogs’ asegura que en promedio todas las semanas rescata dos perros de esta raza y entrega en adopción a ocho.
Lo hace a través del Club Bulldogs Bogotá, que ha convertido a Facebook en la mejor herramienta para establecer una red de, rescate, apoyo y adopción de estos arrugados caninos.
“Quien ve un perrito abandonado le toma una foto y la sube a Facebook con mi etiqueta. Establecemos una red de apoyo para encontrar al perro y salvarlo”, dice.
El club es una comunidad virtual de 11.033 personas que le han dado un ‘like’ a esta página en Facebook y que, de alguna manera, ayudan a reportar un perro perdido, donar algo de dinero u ofrecer un hogar de paso para una mascota abandonada.
¿Deben terminar la mayoría de los bulldogs abandonados y en manos de este club para que les sea buscado un nuevo hogar? Liz cree que no y asegura que para frenar esa tendencia se debe trabajar mucho en el concepto de la tenencia responsable de mascotas.
“La tenencia responsable de mascotas no es más que ofrecerles calidad de vida:compartir con ellas, llevarlas al veterinario, vacunarlas, sacarlas a pasear, asegurarse de que tengan un espacio cómodo, permitirles que puedan socializar”, dice Liz.
En otras palabras, es conocer la raza y saber que más que una afición es un compromiso con un ser vivo y que, de ninguna manera, puede ser un negocio, una moda o un ‘hobby’ pasajero.



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