miércoles, 3 de septiembre de 2014

Sea un buen 'doctor' para su mascota


Al igual que con los niños, muchos dueños de mascotas se inventan toda clase de estrategias para darle la medicación su perro o gato. Pero resulta que esta tarea no es tan difícil, como sí lo es saber qué le duele.
Según el etólogo Feres Peña, para un tratamiento exitoso primero se debe preguntar al veterinario la dosis y las vías de suministro del medicamento. “Nunca se debe inyectar a la mascota en casa; esto lo deben hacer los personas especializadas para no afectar la salud del perro o el gato”, advierte.
Entre los fármacos que usted pueden suministrar están los líquidos, los ungüentos y las pastillas. Con los jarabes es necesario acudir a una jeringa. El experto aconseja poner esta alrededor de la boca y llevarla lo más atrás posible para no perder el líquido. Por lo general, estas jeringas suelen ser largas para facilitar este trabajo. Pero si el tratamiento recetado es con pastillas, hay varias opciones a las que puede acudir.
La primera es dejar la pastilla en la base lingual para que la trague sin problemas, mientras que la segunda alternativa es combinarla con algún alimento preferido de su perro o gato.
“Es importante, al darle la medicación, evitar que la acción se vuelva algo traumático tanto para el animal como para el propietario”, señala el etólogo. Por eso, en el caso de los gatos recomienda empezar cortándoles las uñas, ya que las personas terminan lesionadas en este proceso. Luego se les deben coger las patas, y preferiblemente utilizar un pastillero jeringa, en la punta del cual se pone la pastilla. Esta, por ser larga, permite llegar hasta el esófago, y el gato pueda tragar sin problemas su medicamento.
Tenga en cuenta que el éxito del tratamiento dependerá de que cumpla con las indicaciones que le dió el veterinario, y cualquier cambio debe ser consultado.
“A menudo los propietarios, influenciados por personas ajenas a la profesión, cambian el medicamento, la frecuencia, la forma de administración e inclusive no lo dan, aduciendo que la prescripción no sirve para lo indicado por el profesional. Asumen que el perro o el gato son personas pequeñas y, por ende, administran los medicamentos como lo suelen hacer con los niños”, agrega el veterinario César Augusto Cabrejo y hace un llamado de atención a los propietarios de estas mascotas para que no interfieren con los tratamientos médicos para evitar efectos secundarios o largas en el proceso de recuperación del animal.
Se ven resultados
Usualmente, la medicación prescrita a los pacientes es para administración oral o tópica. “En el primer caso, el perro debe tragar el medicamento, y se debe verificar que no lo vomite o se lo trague. En el caso de los tópicos, se debe seguir la indicación del médico veterinario, teniendo en cuenta el lugar del cuerpo en donde se debe aplicar. Cuando se suministra bien el medicamento, puede esperarse que la mascota muestre una mejoría en el transcurso de 2 a 3 horas”, puntualiza el médico veterinario César Augusto Cabrejo.

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