El pasado 20 de diciembre un perro de raza labrador negro llamado Deegan y su dueño estaban disfrutando de un paseo en Wigmore (Reino Unido), cuando de repente momento de relajación se convirtió en una misión de rescate. Deegan cayó en un agujero de 20 metros de profundidad.
Los bomberos acudieron rápidamente al lugar y se pusieron manos a la obra para conseguir izar al asustado animal.
“La misión de rescate fue difícil y muy interesante”, explicaba el bombero Nic Browning.
Deegan estaba mojado, asustado y tenía algunos cortes en sus piernas, pero por lo demás se encontraba bien de salud. El perro estaba descansando en la parte inferior del pozo. Esperó pacientemente a que el equipo de rescate lo llevara a un lugar seguro.
“El bombero Jamie Skipworth se deslizó bien dentro del pozo y una vez que tenía asegurado a Deegan con un arnés especial, ambos fueron subidos con seguridad a la superficie”, comentó Browning.
El labrador fue devuelto a su propietario agradecido y al mismo tiempo preocupado. Deegan se está recuperando de los pequeños cortes y disfruto de una feliz Navidad junto a su familia.
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