A principios de año, la asociación “Animal Protective League” (APL) de Cleveland (EEUU) rescató a un perro de raza pit bull de un día de edad que fue dejado abandonado en un garaje. El propietario fue detenido y el cachorro fue llevado a un refugio, donde se unió a un gata callajera que ayudó a criarlo.
Un oficial pudo ver al cachorro abandonado en un garaje de Cleveland, pero no vio a su madre alrededor. Decidió llevar al cachorro a la asociación APL, donde fue bautizado como Noland y lo colocaron con Lurlene, una gata callejera que tenía una camada de cuatro gatitos.
La madre de Noland, Molly, fue encontrada un día más tarde. Ansiosa y muerta de hambre, había sido dejada encadenada a la parte trasera de la casa. Su dueño fue detenido y declarado culpable de negligencia animal.
Molly estaba en muy mala forma para poder cuidar de su recién nacido, por lo que el personal decidió que lo mejor sería dejar que se quedara con Lurlene y con sus gatitos. Cuando Lurlene y sus crías fueron a una casa de acogida, Noland también fue con ellos. De vez en cuando visitaba el refugio para ver a su madre biológica.
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