Después de dos días intentando convencer a Sunder, por fin se consiguió. Se le aplicaron varios tranquilizantes y los veterinarios se lo llevaron en una camioneta.
En el año 2007 el elefante sufrió palizas, dolorosos golpes e incluso le pusieron cadenas de púas en sus patas justo después de llegar al templo de Jyotiba.
Al ver el maltrato que le daban al elefante, la Corte Suprema y el Ministerio de Medio Ambiente ordenaron al propietario de Sunder que lo llevara a un santuario de elefantes. Sin embargo el elefante estaba escondido en un viejo galpón avícola y sufriendo continuamente.
Gracias a la colaboración de PETA, de cientos de personas y de gente famosa como Pamela Anderson y Paul McCartney el elefante Sunder hoy en día disfruta de su nuevo hogar.
Fuente: www.schnauzi.com
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