Emilia Lucchese estaba paseando por las calles de Messina (Sicilia) cuando de repente descubrió a un perro que había sido abandonado dentro de una bolsa de plástico. El perro estaba con las patas atadas, deshidratado y con una gran debilidad. Cuando la mujer escuchó los quejidos del perro se dio cuenta de que había un animal dentro del contenedor. Rápidamente decidió ponerse manos a la obra y ayudarlo.
Cuando la mujer abrió el contenedor de basura se encontró al perro dentro de una bolsa de basura atada. El perro estaba agonizando. “Pensé que tal vez el perro se había quedado atrapado después de mirar las sobras de comida y alguien había cerrado la tapa”, comentó su rescatadora.
Con la ayuda de un amigo, la mujer sacó la bolsa de plástico del contenedor y pudo ver como el perro no tenía fuerzas ni para levantar su cabeza.
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